Delicias de Manzana Esperiega
La Manzana Esperiega:
símbolo del Rincón de Ademúz
La manzana esperiega es una variedad autóctona del Rincón de Ademuz, que sólo se desarrolla y cultiva en esta especie de “isla” valenciana rodeada por tierras de las provincias de Cuenca y Teruel.
La esperiega es una manzana de calidad, dulzor y aromas únicos, de pulpa muy dura que destaca por una singularidad: al cortarla parece estar helada, lo cual se debe a su alta concentración de azúcar, por lo que no necesita refrigeración para su conservación.
Una variedad que estuvo
a punto de extinguirse
Esta variedad endémica del Rincón de Ademuz ha llegado a nuestros días gracias al esfuerzo de recuperación de personas como nosotros ya que estuvo al borde de su desaparición de nuestra variedad que a partir de los años 70, vio mermada su demanda por la saturación del mercado con variedades extranjeras, que provocaron la sustitución de las tradicionales de la tierra, hasta el punto de casi desaparecer.
Una manzana única
La manzana Esperiega es tiene unas cualidades y sabor sorprendentes. Conocida como manzana helada, su presencia y textura, tan diferentes a las del resto de manzanas, se debe a la cristalización natural del azúcar que contiene. Su sabor, dulce y suave, la convierten en un auténtico manjar y una gran materia prima con la que elaborar postres y mermeladas como Las Delicias Esperiegas de Casa Antiga.
Nuestra mermelada:
100% Natural y Artesana
Delicias de Manzana Esperiega de Casa Antiga, se treta de una mermelada elaborada artesanalmente con productos sanos y naturales; baja en azúcares añadidos, ya que este tipo de manzana es dulce por naturaleza.
Tratada con mucho mimo y cuidado, valorando al máximo la esencia y las propiedades de esta manzana, autóctona y única. «La Esperiega del Rincón de Ademuz«.
Además, para su elaboración, hemos tenido la gran suerte de contar con la colaboración de personas que, desinteresadamente, nos han aportado su sabiduría, llegando a conseguir la receta perfecta.
Disfruta de nuestras 4 variedades
Un producto de calidad única
La esperiega es una manzana de calidad, dulzor y aromas únicos, de pulpa muy dura que destaca por una singularidad: al cortarla parece estar helada, lo cual se debe a su alta concentración de azúcar, por lo que no necesita refrigeración para su conservación.
Una vez recolectada, requiere un período mínimo de reposo de 20 a 30 días para transformar su original color rojo en uno más vivo aún y el verde en amarillo. A partir de ese momento, la manzana comienza a desplegar lentamente sus atributos, los cuales evolucionan pausadamente durante los meses de invierno, hasta que llega el mejor momento para comerla fresca, cuando ha perdido parte de su dureza y su sabor más intenso.